¡Franco los saluda!

Hace unos días, me encontré con un pequeño desafío en línea. Resulta que alguien decidió dejar una reseña negativa en mi perfil de Google Business. Aunque creo que fue un prestador de servicios en Colombia con quien cortamos relación y partió descontento, la reseña fue posteada desde un perfil falso. En ese momento disputé la reseña, pero sin saberlo, no escogí la razón adecuada y Google decidió no retirarla.

Pocos días después, tuve que finalizar una relación comercial con un prestador de servicios en los Estados Unidos a quien poco antes de terminar la relación mencioné la reseña negativa que había recibido. Al despedirse, el proveedor americano me dijo: “Para ser sincero, eres una buena persona y eso es lo que la gente piensa también. Es una pena que nuestra colaboración no haya funcionado.” Luego me dijo que había averiguado un poco sobre cómo retirar el post negativo, me sugirió como hacerlo, me deseó buena suerte y se despidió. De inmediato seguí sus instrucciones y de un día para otro Google retiró el post negativo.

Esta experiencia me enseñó que no siempre tenemos el control total de cómo otros nos perciben, pero sí tenemos el control sobre cómo reaccionamos. A veces, incluso las situaciones más incómodas pueden llevar a consejos inesperados y aprendizajes valiosos.

Así que, aquí estamos, enfrentando los altibajos de la vida con una perspectiva renovada. A veces, las soluciones pueden ser más simples de lo que parecen. Como dice el refrán, “haz el bien y no mires a quién”. Aunque eso no garantiza que todos reaccionen de la misma manera, al menos podemos dormir tranquilos sabiendo que estamos haciendo lo correcto. ¡Hasta la próxima!